Ser ilustrador y colorista me concede expresar mi mirada sobre la vida y trasladarla de mis ojos a los vuestros.
Me parece que lo que hago es una mezcla entre paisajismo y antropología. Me encanta jugar con los colores y en la mayoría de mis dibujos hay personas. Soy como un niño observador solo capaz de crear con un objetivo: el de emocionar. Y para eso yo también necesito emocionarme, entender la historia que os envuelve y transformar todo eso en ilustraciones llenas de magia y detalles.
Con el tiempo, he ido comprobando cuál es el punto en común entre la diversidad de lo que hago:
ponerle corazón.